Me apasionan las historias, así que, al final acabé escribiendo una. Sin pretensiones, solo por el mero placer de hacerlo. Sin embargo, un amigo ve aquello, le gusta y te dice una frase que te desequilibra por dentro: “Oye, ¿Has pensado en publicarlo?” Aunque fuera que no, ya ha plantado una semilla que te acompañara para siempre.
Te agobias un montón. Que si editoriales, ilustraciones, y maquetar el libro. Cosas que antes no te planteabas. Pero lo peor de todo, es la sensación de soledad ante todo ese trabajo que ha salido de la nada como una seta tras una lluvia otoñal.
¿Te suena de algo esta historia?
Me imagino que sí, porque creo que es algo por lo que muchos hemos pasado. Creo que cuando estamos en este punto nos complicamos la vida demasiado y olvidamos porque empezamos todo esto. Así que quiero facilitarte las cosas. Si trabajamos juntos, ahorrarás tiempo y dinero y no te sentirás solo durante todo este proceso. Deja la frustración de no saber como seguir adelante a un lado y céntrate en desarrollar esta idea que tanto te ilusiona.
Deja de buscar excusas para no mejorar como artista y sigue los cursos.
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